Hay quien pasará toda su vida bajo el mismo modus operandi inculcado por su seno familiar, gente a la cual se le enseñó que debía cortar el jardín, bolear zapatos. Y eso han hecho por 20 o 30 años inagotables, inalcanzables.
Yo podría seguir con similitud el de mis ascendientes. No se exactamente cual es...(ja)
Se les enseñó a cocinar. Señoras que desde niñas supieron con precisión el hervor de un caldo. Así es como aprendieron a pasar sus días, sus pesares, los cumpleaños.
El del desponchado, con sus dientes amarillos y la melancolía de quien se le adelantó desgarrándole el corazón, probablemente disfruta de contar sus penas a los clientes, no estudió una mejor forma de solventar la agonía.
Quien afila las tijeras y cuchillos. Quizá la mayor renovación que consiga en su derredor será pasar una "manita de gato" por el local. No más.
El vendedor de "Productos de Sur" del centro. El comercio fue lo que respiró, lo que aprendió, lo que lloró.
Cada ser tiene su historia.
Estas aquí, en el planeta, en el orbe, sin más indicaciones, instrucciones, sólo el latido de tu corazón, tu conciencia, tu alma. Claro, el raciocinio no podía faltar.
La fe, la sabiduría, suena tremendo.
Más de uno mataría por hacerse un implante de sabiduría, una cirugía reconstructiva de fe. No se puede. Físicamente no hay píldora que sirva como suplemento alimenticio para fortalecer tu alma y procurar tu espíritu crezca sanamente.
Eso me angustia un tanto.
--- sin más por el momento, he aquí el primer coso escrito al blog, cabe destacar que jamás pensé Rita se encontraría ante esta situación, sin embargo el poder de convencimiento de Mariana (dícese su insistencia jaja) lograron motivarme lo suficiente para subir algo q tenía escrito de hace tiempo, de entre todo, abrí mi sacrosanto cuaderno y decidí trascribir lo ulterior.
En fin, he finalizado mi experiencia bloggera del momento. C feliz.
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