domingo, 13 de noviembre de 2011

Remembrance Day Reflections




Desde hace dos semanas, ha aparecido una pequeña florecita roja de plástico o tela, una amapola o poppy, como se le conoce aquí, en las solapas de mucha gente. Esto es en señal del acercamiento del Poppy Day, o Remembrance Day.

Precisamente hoy se celebra en el Reino Unido el Remembrance Day, un día para recordar a los caídos en conflictos armados, por aquellos que murieron en aras de la libertad y la justicia. Generalmente es el domingo más cercano al once de noviembre por "at the 11th hour of the 11th day of the 11th month" de 1918, cuando se firmó el armisticio de la Primera Guerra Mundial. A las once de la mañana, se guarda un minuto de silencio en todo el país por las víctimas "que dieron su hoy, para que hubiera un mañana" (frase de la oración leída durante Misa, donde también tuvimos el silencio). La Reina acude al Cenotaph (pueden ver el video de la BBC aquí) para poner arreglos y coronas de amapolas en una ceremonia para los caídos y en todos los monumentos de guerra aparecen estas florecitas también.

Como mexicana, donde tener amapolas es ilegal, me parece un poco extraño el uso de esta flor. La tradición de usarla viene de que en los campos de Flandes donde se libraron muchas de las batallas de la Gran Guerra, y donde murieron cientos, aparecieron muchas amapolas silvestres tiempo después. Se dice que representan la sangre de las víctimas que ahí dieron su vida y que (muchos) ahí yacen.

"Lest we forget" es la frase que generalmente acompaña a la Poppy Appeal, la campaña de venta de poppies y consecución de donaciones del público organizada anualmente por la Royal British Region, cuyos fondos son destinados a apoyar a los veteranos de guerra. Esta frase podría traducirse como [recordamos] "por temor a que olvidemos" o "en caso de que olvidemos".

Esta frase y la gran cantidad de monumentos a los caídos en las guerras que hay, especialmente en Francia y en Inglaterra, me llaman mucho la atención. Cada pueblito, cada iglesia, cada estación, cada escuela, tiene memoriales a quienes contribuyeron a este esfuerzo. En el edificio principal de mi universidad, están inscritos los nombres de los estudiantes que murieron en la Primera Guerra Mundial, ayer que pasé por la estación de Baker Street (la primera de Londres) me fijé, gracias a la corona de poppies, en una placa con los nombres a los trabajadores de una línea del metro que murieron en esa guerra también. La gente no quiere olvidar. La guerra con todas sus consecuencias fue y sigue siendo algo intrínsecamente parte de su identidad nacional y de su historia familiar y aún personal.

Esto me impacta y me hace pensar porque como mexicana yo no se qué es eso. El destino de mi país desde hace al menos 100 años (si contamos a la Revolución) y la historia reciente de mi familia no se han forjado con violencia, o con la participación en guerras por defender la soberanía y la libertad. ¿O sí?

Me quedo pensando si dentro de algunos años esta "guerra contra el narco", tendrá el mismo nivel de resonancia en la memoria nacional que las grandes guerras tienen para las europeos. Sé que son muy diferentes y que una comparación sería difícil, pero precisamente de ahí surge la pregunta, ¿Debe ser recordada colectivamente la situación actual que vivimos en México?

Muchos, especialmente en el Norte del país, hemos sido víctimas de alguna manera u otra, de los cambios y consecuencias de esta "guerra". Tal vez cuando ésta termine muchos no querrán ni recordarla, darán como cerrado el capítulo para vivir un futuro (esperemos) mejor. Otros de seguro no podrán olvidarla, sobretodo aquellos que han sufrido consecuencias y pérdidas más cercanas y/o más fuertes. Cabe la posibilidad de que a algunos pocos les dará igual el recordar o no.

Pero independientemente de nuestra opinión personal, oficialmente se tendrá que decidir si se imprime o no en la memoria colectiva este periodo difícil de la historia nacional. La historia en México se borra o enraíza con un plumazo, basta pensar en cómo en la primaria se enseñan los acontecimientos y personajes históricos como blancos o negros. Ej. Porfirio Díaz = dictador, Pancho Villa y Emiliano Zapata = héroes, tristemente muchos mexicanos no pasan de estas ideas supuestamente históricas. Probablemente no será una acción en particular, sino un conjunto de acciones u omisiones, que den la pauta de cómo quedará la "guerra contra el narco" en la memoria de los mexicanos actuales y de las futuras generaciones.


¿Se recordará a las 40,000 víctimas? ¿Habrá fechas conmemorativas en nuestros futuros calendarios? ¿Se hará "justicia"? ¿Habrá "buenos y malos" en la historia? Son preguntas que tendrán que comenzar a responder pronto (en el 2012 de seguro), sino es que ya se están respondiendo.

En Inglaterra, como extranjera, puedo percibir la memoria colectiva sobre las guerras en que ha estado envuelto el país (claro que hay quienes opinan diferente, pero creo que la memoria oficial sí influye en la memoria colectiva nacional). Si algún extranjero va a México en un futuro próximo, digamos en 10 ó 15 años, ¿qué percibiría?